lunes, 4 de junio de 2012

Movilizaciones

Estas ultimas dos semanas solo hay evidencias de que no estamos mejorando, la policía quema perros, una mujer es asesinada de manera cruel, los caníbales se toman las noticias y los gringos creen que llego el Apocalipsis zombie. Y entonces nos indignamos y nos movilizamos y hacemos un plantón y esta bien pero no es suficiente.
Somos los hijos y los criadores de la violencia que corroe la vida de los colombianos, las estadísticas son eso, un resumen frío de números que no hace justicia a las historias de cada uno, en las estadísticas no se nota el miedo que tienen las mujeres en su propia casa, no se nota el abuso que sufren los niños en el colegio, en la calle y en la casa otra vez la casa, en los números no se nota como les va cambiando la cabeza criándose entre tanta violencia de la chiquita, de esa que no sale en cuadros de colores ni tiene porcentajes. Todos los monstruos de los que nos aterramos hoy fueron criados por mamás y papás colombianos, aquí en donde estamos todos, con condiciones que sabemos todos, esos también tuvieron 4 y 5 años y vieron lo que vieron y aprendieron lo que aprendieron y ahora nos toca lidiar con ellos y con lo que aprendieron.

La violencia no es un problema, es un síntoma de como tenemos la cabeza los colombianos porque cada uno de nosotros todos incluyendo los condenados, los perseguidos y los presuntos nos formamos así nos criamos estando siempre con los puños arriba por si acaso actuamos siempre en defensa propia, sospechando, desconfiando antes de considerar otra opción, la violencia es nuestro habito, es habitual que seamos violentos todos. El estrato no importa, yo he visto señoras elegantísimas en carros carísimos pasandolos por encima de la humanidad, o parqueando sus séquitos de escoltas en zonas prohibidas solo porque pueden o creen que pueden, el ejemplo que deberían dar los servidores públicos es como el que da el Sr Merlano que usa su cargo para saltarse la ley, como muchos, como casi todos. Estamos podridos, estamos dañados y criamos niños así, dañandolos.

Las movilizaciones están bien pero yo preferiría que nos movilizáramos todos los días, pequeñas movilizaciones mentales para no hecharle el carro al vecino,para no volarse los semáforos, evadir impuestos, maltratar conocidos y desconocidos, movilicemos cada uno sin movernos de la silla pensando antes de hablar, pensando antes de actuar, dejando de reaccionar como animales.

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